El historiador de las relaciones internacionales tiene una triple función: analizar con rigor la información disponible, comprender globalmente los procesos estudiados y explicar detenidamente la evolución histórica de las relaciones entre los Estados, sociedades y grupos organizados en un ámbito espacial determinado, que es lo que denominamos “sociedad internacional”. Para lograr este objetivo, no basta sólo con leer obras especializadas o analizar las fuentes primarias. Es necesario también dotarse de un marco teórico desde el cual poder desarrollar nuestra investigación. Junto a ello, debemos manejar un conjunto de conceptos básicos que nos permitan comprender y explicar la evolución de la sociedad internacional. A lo largo de la historia se han desarrollado un gran número de hechos o eventos “internacionales”. Es decir, de sucesos que han transcendido el límite territorial de los Estados y que han relacionado entre sí, de manera pacífica o bélica, a las naciones o a las sociedades. Estos hechos o eventos internacionales se han desarrollado en un ámbito o marco espacial concreto que denominamos “sociedad internacional”. Esta sociedad internacional (que originalmente se circunscribía a Europa y a partes del continente americano y asiático) se fue universalizando progresivamente -de la mano del proceso de expansión imperial europea por el mundo y, posteriormente, del proceso de descolonización- hasta convertirse a mediados del siglo XX en una sociedad global y finita, que abarca la totalidad del planeta, convirtiéndose en una sociedad cada vez más interdependiente, tanto en los principales problemas como en sus soluciones que en ambos casos tienen un carácter global. El estudio de la historia de la sociedad internacional permite apreciar la existencia de una evolución discontinua de la misma. Una o varias civilizaciones, cohesionadas en torno a una cultura común y con unos intereses precisos (relacionados en gran parte con la búsqueda del incremento de poder por parte de los distintos actores estatales en un escenario de competencia permanente) se extendieron por el mundo, bien para intercambiar productos y comerciar, bien para imponer su orden y sus valores culturales, generalmente a través del uso de la violencia, es decir de la guerra. La LGAC de la Historia de las Relaciones Internacionales se propone estudiar los distintos “sistemas internacionales” que han existido en el seno de la sociedad internacional, entendiendo éstos como el conjunto de relaciones entre los principales actores, que son los Estados, las organizaciones internacionales y las fuerzas transnacionales; cuyo entorno está constituido por un conjunto de factores (naturales, económicos, tecnológicos, demográficos e ideológicos). Dicho de otra forma, un sistema internacional sería una forma de organización de la sociedad internacional, un modelo teórico (es decir, una construcción artificial) que nos permite abordar el estudio de la realidad internacional durante un período de tiempo determinado, atendiendo básicamente a tres tipos de elementos: actores, factores condicionantes y procesos de relación.